Cuentan que San Juan, San Lorenzo, San Pedro, San Andrés, San Pablo, San Miguel, San Sebastián y Santa Catarina, eran parientes y se pusieron de acuerdo para buscar el lugar en donde podían ubicarse. Venían de un lugar con altas montañas y barrancos, sin lugar para pastorear o sembrar, lugar que actualmente se llama Municipio del Bosque, dejando abandonadas sus casas y campanas.
San Juan iba caminando con su Bastón de Mando junto con sus hermanos, llegando al cerro Jolchu’mtik, cerca del desvío para el camino a San Andrés Larrainzar, quedándose varios días ahí, observando el lugar, pero no era lo suficientemente grande.
De nuevo se mudaron para llegar a Cuchumlumtik, pero tampoco se quedaron porque abundaban las espinas. Según dicen, San Juan destinó éste lugar especialmente para los alfareros.
Y San Juan siguió caminando hasta llegar a la cima de un cerro donde vieron un reflejo a la distancia, una Laguna con bellos paisajes, se acercaron y los animales empezaron a comer y beber, entonces, alzó sus brazs junto con su Bastón de Mando, persinando 3 veces a los 4 puntos cardinales y dijo:
– Hermanos; creo que hemos llegado al lugar indicado para construir nuestra casa, vivir con nuestros hijos y pastorear nuestros animales. Pero en ése instante apareció un hombre extraño, quien preguntó:
– ¿Quiénes son ustedes?, ¿de dónde han venido? ¡Aquí es mi dominio, soy el Vashacmen, dueño de estas tierras! y San Juan contestó: – Yo soy Juan, he venido con mis hermanos buscando un lugar donde podamos vivir. Amigo Vashacmen, te quiero pedir un gran favor, ¿me permites construir mi casa en el centro de la Laguna?, a lo cual le contestó – ¿Cómo crees que puedes construir tu casa dentro del agua? y si lo permitó ¿en donde voy a vivir yo?, y San Juan le contestó – Mira amigo Vashacmen, si me permites vivir aquí, secaré la laguna y tu vivirás arriba de mi casa.
– Está bien, dijo Vashacmen, aceptando que San Juan y sus hermanos se quedaran a vivir con él.
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