Parte de los festejos de la feria tradicional se encuentran las enramas, escaleras de madera que son cubiertas con hojas de tepistle, zapote, zapotillo y/o jocotillo, adornado con melones, sandías, racimos de plátano, cocos y un rosario de limas que se hace en el momento, además de colocar roscas y en algunos casos utensilios como tinas, cubetas y palanganas de plástico.
Cada Santo tiene su día en especial para llevarle las enramas y colocarlas en las vigas del techo de cada uno, el Señor de Esquipulas el 13 de Enero, San Antonio Abad el 14 y San Sebastián el día 16, en cada ermita los feligreses llegan organizados ya sean por colonias o por grupos de conocidos que se ponen de acuerdo para llevar la enrama u ofrendas para la misma, a cambio, el cómite de cada Iglesia encargado de las festividades del Santo ofrece una comida, en el caso de la primera es estofado de res, chanfaina y pozol, en la segunda tamales y temperante y en la última estofado de res.
Al finalizar las fiestas, toda esta fruta se vende para gastos de la iglesia, es un trabajo que todos gozan con música de tambor y pito de fondo, a pesar de lo laborioso y el peso de la enrama, siempre en honor a su santo.
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