Los lacandones como ellos mismos se denominan hach winik que significa «verdaderos hombres » habitan la región de la selva conocida como selva lacandona colindando con el río Usumacinta y Salinas así como la frontera de Guatemala. Lacandón
Aunque el término era utilizado para referirse a los indígenas rebeldes que habitaban la selva, se piensa que originalmente el vocablo lacandón se refería un grupo hablante de chortí el cual, en tiempos de la conquista, habitaba en una pequeña isla en el río Lacantún, y que al ser españolizado se convirtió en lacandón. Era un sitio fortificado que por varios intromisiones de los españoles son conquistados y enviados a «pueblos de paz», mientras los que logran huir se van más al sur, uniéndose a ellos otros grupos que huían del proceso colonizador.

Estos nuevos pobladores pertenecían a varias tribus localizados tanto en la selva de Chiapas así como el Petén guatemalteco, Belice y Yucatán, lo que se convierte en su zona, donde la selva servía de refucio, y que se identificaban a través de un sistema de linajes. Actualmente se conocen dos subgrupos de los cuales ellos pertenecen, los del norte que son originarios de la Península de Yucatán, y los del sur procedentes del Petén guatemalteco.

Los hach winik hablan un dialecto proveniente del maya yucateco que denominan hach t’an, «lengua verdadera», encontrando diferencias lingüísticas ligeras entre los grupos que habitan en la zona.

La población se distribuye en tres asentamientos principalmente:

Nahá: ubicado en la porción centro norte de la Selva

Naha

Lacandona, sobre la sierra denominada El Infiernillo, en el municipio de Ocosingo.
Metzabok: al igual que Nahá se encuentra ubicado en la parte norte de la Selva Lacandona, es la comunidad más pequeña, y se encuentra a 4 km, del camino principal a El Tumbo.

Lacan ha Chansayab: ubicado en el sur de la selva lacandona en las llanuras del río Lacaha, cerca de Bonampak

Lacantun